Tu piel y el sol

Tu piel y el sol

La exposición solar es la principal causa de los cambios indeseables de la piel que se perciben como envejecimiento; estos cambios conocidos como “fotoenvejecimiento” son causados por la exposición repetida al sol y no por el paso del tiempo. Muchos de los signos atribuidos al envejecimiento, en realidad son manifestaciones de daño solar.

Los dos procesos son biológicamente diferentes, la diferencia es clara si se observa la apariencia de la piel del brazo expuesta y no expuesta al sol.

Los rayos solares cambian la textura de la piel, de los vasos sanguíneos superficiales, alteran la pigmentación y originan otras lesiones.

Nuestra piel naturalmente está protegida por una de sus capas y por su pigmentación (melanina); sin embargo, esto no es suficiente.

El tratamiento para el fotoenvejecimiento puede ser tópico (directamente sobre la piel) o a través de una exfoliación química, dermabrasión o láser. Por supuesto, lo ideal es prevenirlo evitando la exposición y usando bloqueadores solares con FPS igual o mayor a 15 y de amplio espectro.