El envejecimiento de la piel es un hecho inevitable de la vida desde el primer año de vida. Durante la pubertad, la piel y el cabello cambian en respuesta a la producción hormonal.
- Entre los 20 y los 30 años se comienzan a ver las primeras manifestaciones del daño solar: arrugas y manchas.
- De los 40 a 50 años, la piel se adelgaza y se pierde colágena, grasa y elasticidad.
- Después de los 60 años, los cambios son más pronunciados, el cabello y las uñas se vuelven débiles.
Los eventos que contribuyen al envejecimiento de la piel se acumulan a lo largo de la vida, por lo cual no existe un tratamiento mágico que pueda repararlo. Un factor que se puede controlar es el daño solar evitando la exposición y usando protectores solares.