- Examinarse el cuerpo en el espejo de frente y de espaldas, del lado derecho e izquierdo.
- Poner atención en codos, axilas, hombros y palmas.
- Revisar los pies, en especial entre los dedos y las plantas.
- Con un espejo de mano observar la nuca y el cuero cabelludo.
- Finalmente, examinar la espalda baja, los glúteos y la entrepierna.
- Si encuentras alguna alteración como tumoraciones, “granos”, úlceras, escamas, enrojecimientos, manchas o lunares fuera de lo común, consulta a tu dermatólogo.
